EL ABRAZO DEL TORMES
UN Río LaBoRioSo Que aCoMPaña Y DeFieNDe

Es imposible entender la historia de Alba sin el Tormes. Y éste es un buen lugar para comprender cómo Alba, desde sus orígenes más remotos, tenía en el río una barrera defensora frente a los ataques que pudieran venir del otro lado.

A lo largo de los siglos van a ir surgiendo, en torno a su orilla derecha, diversas industrias que utilizan el empuje de las aguas como motor. Entre ellas las aceñas, molinos harineros situados en el cauce de grandes ríos. Otros ingenios industriales que buscaron las aguas del Tormes para funcionar fueron las fábricas de luz y de curtidos. Mientras que la orilla derecha estuvo siempre más densamente poblada, la izquierda fue la preferida para la ubicación de huertas. Y, entre ambas, se alza el hermoso puente medieval.

La anchura del Tormes en este punto está relacionada con el Azud de Villagonzalo, embalse situado aguas abajo de Alba con aprovechamiento para el riego, producir electricidad y abastecer de agua potable a la ciudad de Salamanca y otras poblaciones.

Un ameno paseo titulado “Ruta de las aceñas”, que se inicia al lado del puente, permite deambular junto a la orilla, sumergirse en la vegetación de ribera y descubrir restos de alguno de aquellos ingenios.

 



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