CoNVeNTo De SaNTa iSaBeL
La FuNDaCióN De uNa iLuSTRe
DeVoTa aL eNViuDaR

Este convento fue fundado en 1481 por Aldonza Ruiz de Barrientos, viuda del tesorero del II Duque de Alba y en aquel tiempo una de las vecinas más ilustres de la villa. Durante muchos siglos fue una costumbre generalizada que algunas mujeres de la nobleza o de la alta sociedad al enviudar decidieran fundar su propio convento para profesar en él, incluso ejerciendo como abadesas. Aldonza, como devota que era de san Francisco, lo adscribió a la orden de las franciscanas terciarias y lo puso bajo la advocación de santa Isabel, si bien durante todo el siglo XVI fue conocido como de Nuestra Señora o de la Madre de Dios. Se levantó sobre el lugar en el que estuvo su propia casa y se reservó el privilegio de hacerse enterrar en la iglesia del monasterio. De la construcción primitiva sólo se conservan la portada de entrada al templo y la portada de entrada al convento. Sobre esta última campea el escudo de los Alba sujeto por dos salvajes.

El templo tiene una estructura sencilla, propia de las iglesias de las órdenes mendicantes, con una sola nave y tres espacios: el coro, la nave principal y el presbiterio. En este caso cuenta además con una hermosa capilla funeraria de estilo renacentista fundada por don Juan Gaytán. En el templo destacan, además, un Cristo crucificado del siglo XIII, la bóveda estrellada de la capilla mayor y los artesonados, con una armadura de par y nudillo, de la nave y el coro. Cuenta también con un magnífico claustro del siglo XVI en el que no faltan los escudos de la Casa de Alba, protectora de este y otros conventos albenses.

 



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