IGLESIA DE SAN PEDRO
EL TeMPLo Que ReSuRGió De SuS CeNiZaS

Únicamente la portada de esta iglesia, templo parroquial de Alba de Tormes, logró sobrevivir al tremendo incendio que en el año 1512 devoró casi por completo el edificio. No será hasta el año 1577 cuando vuelva a ponerse en pie gracias al patrocinio de los Duques de Alba, tal como recuerdan los dos escudos ducales que pueden verse en la fachada. De la fecha estamos seguros porque según se entra en el templo, en la escalinata de subida hacia el coro, sobre el capitel de una columna estriada un niño sujeta una tarjeta que dice “... acabose año 1577”.

En su interior, que responde a una planta de salón con tres naves y presbiterio rectangular, los elementos arquitectónicos más destacados son la escalera de subida al coro y las bóvedas de crucería del bajocoro, de estilo gótico. El presbiterio aparece adornado con el retablo procedente de la iglesia de Santiago. En él se ve a San Pedro en el centro, a su derecha San Andrés, a su izquierda San Sebastián y encima a Santiago. También están las tallas del Cristo de la Salud o de San Jerónimo y la Virgen de Derrengada.

Debido al ruinoso estado en el que se encontraba la anterior, la torre del templo tuvo que ser levantada de nuevo en 1899. Su construcción se vio envuelta en una encendida polémica respecto a la autoría de los planos entre Enrique Repullés, arquitecto de la basílica que los reclamaba como suyos, y Anastasio Corchón, que había dirigido la obra. En la actualidad se tiende a pensar que quizás lo más acertado sería atribuir conjuntamente la autoría de la torre a ambos técnicos. Tiene una altura de 34,6 metros y está dividida en tres cuerpos.

 



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