PaRQue DeL BaRReRo
AiReS CoSMoPoLiTaS
La existencia de un parque urbano con trazas del siglo XIX es un caso único entre todos los pueblos de la Sierra de Francia, si bien el Barrero antes que lugar de esparcimiento con un cierto aire de parque capitalino fue para Sequeros el lugar donde venían a celebrarse sus concejos abiertos. Cuando estos, por razones climatológicas, no podían celebrarse aquí se realizaban en el entorno de las Casas Consistoriales al amparo del amplio soportal de la calle del Concejo.
Más adelante, con la elección de Sequeros como cabeza de Partido Judicial a partir de 1834, este espacio adquirió nuevas funciones. Entre ellas, la de acoger los mercados comarcales que tenían lugar cada semana y también las ferias de ganado que se celebraban con una periodicidad anual. Para proporcionar una mejor organización a estos mercados, se construyeron en el perímetro unos sencillos soportales en los que ubicar los puestos de venta.
Pero El Barrero era también el espacio preferido para el ocio de los sequereños. En el último cuarto del siglo XIX se consideraba que una villa de cierta relevancia, como ya era entonces Sequeros, debía contar con determinadas infraestructuras para el ocio. Se plantea así la construcción en este lugar de un coso taurino estable que sustituya a las instalaciones "de quita y pon" que se colocaban provisionalmente en el parque para tal fin. También en esa época, en 1890, se levantó aquí un doble frontón en el que practicar el juego de pelota. La decimonónica plaza de toros fue reconstruida en 1965 sobre la primitiva edificación de piedra de cantería y granito, respetándose muchas de las antiguas guaridas y asientos de piedra.
|