La CaLLe De La CaLZaDa
CaSaS eMBeLLeCiDaS y PRóSPeRaS
Verás asomarse a esta calle algunos de los edificios de obra civil más destacados de la localidad, exponentes de la transformación económica que vivió Sequeros a raíz de su elección como capital administrativa y judicial de la Sierra de Francia. Todos ellos pertenecieron a familias que entre los siglos XVIII y XX alcanzaron un grado de prosperidad económica suficiente como para levantar unas casas que no se parecían en nada a las del resto de sus vecinos: son caserones de varias alturas y una estética moderna propia del momento en el que se hicieron. Se alzan en la que se configuró como principal vía de entrada a la localidad, una zona de expansión urbanística que fue creciendo hacia la parte superior de la ladera en la que se ubica Sequeros.
Empezando por la plaza del Altozano, en el costado oriental puedes ver la casa del señor Melchor García, un rico hacendado con numerosas propiedades. Se trata en realidad de dos casas unidas, en disposición simétrica, con fachadas de granito y una inscripción en la que figura la fecha de 1770.
Si asciendes por la calle hacia la carretera, el siguiente edificio notable, en su costado derecho, es la casa del señor Gil Sánchez, que tuvo en él almacén y un comercio dedicado a diversos productos. En su peculiar fachada se descubren rasgos de estilo historicista, con una estética más propia del siglo XVI que del XX.
Un poco más arriba, en la acera opuesta, se alza la casa de José María Anaya, otro rico comerciante que fue alcalde de Sequeros. El edificio cuenta con balcones en el segundo y tercer piso adornados con ornamentales barandillas.
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