Asistiremos a todo un entramado de relaciones personales que irán mostrando, con el paso del tiempo, las aspiraciones, conflictos y fracasos de cada uno de los personajes de la comunidad de vecinos.
La acción comienza con el enfrentamiento de dos actitudes contrapuestas representadas por Fernando y Urbano. El primero es un soñador individualista que se cree seguro de poder cambiar de vida, triunfar y ascender socialmente para dejar esa gris escalera. Por el contrario Urbano es un escéptico que no cree que sea posible tal cambio y que, de ser posible, sólo se puede conseguir con esfuerzo, solidaridad y trabajo en equipo. Fernando retará a Urbano a comprobar, transcurridos diez años, quién tenía razón.