Sin duda la contribución hispana más importante a la literatura para viola da gamba («vihuela de arco» en la terminología de la Península) es el Tratado de glosas de Diego Ortiz. Ortiz sirvió en la capilla virreinal de Nápoles y, posiblemente, más tarde entraría al servicio de los Colonna en Roma.
El programa se centra, fundamentalmente en la música incluida en esta publicación capital, añadiendo alguna pieza vocal tanto de su Musices Liber Primus (Venecia, 1565) como del Primo libro di madrigali de F. A. BAseo (Leccio, 1573), en el que se halla el prácticamente desconocido madrigal Giorno felice de Ortiz.