Cinco historias construyen este espectáculo de naturaleza descarada, poética, muy humana, algo divertida y un poco triste.
Una noche, al finalizar esta sesión de cuentos eróticos, un grupo de mujeres se acercó para hablar conmigo. Auténticas desconocidas, empezamos a hablar de sexo con entusiasmo, con pasión, con inocencia. Las escuchaba y pensaba: "¡estamos vivas!".