De Ciudad Rodrigo, con mucho gusto

Más allá de los estereotipos, cada ciudad y cada territorio guardan rasgos que definen su personalidad, pequeños secretos que el viajero curioso disfrutará descubriendo. Y si esas huellas ocultas se refieren a la buena mesa, la satisfacción será doble.

Un sucinto repaso a la geografía gastronómica salmantina así lo corrobora: decir jamón ibérico es hablar de Guijuelo; Las Arribes son el refugio del buen vino y del queso; para lentejas las de La Armuña, y garbanzos, los de Pedrosillo; las cerezas sabrosas vienen de la Sierra de Francia y la carne más apreciada, la morucha y la ternera charra... hasta llegar al farinato y Ciudad Rodrigo.

Quizá por esos caprichos de la historia, la señorial Miróbriga vino a dar cobijo y aliento al humilde embutido, que sin olvidar sus orígenes se vio aupado a las mesas del buen gusto; así de refrigerio obligado en el Carnaval del Toro se ha generalizado hoy por los más diversos fogones y cocinas de vanguardia.

Prueba de esta versatilidad son las propuestas de este recetario, una acción más en esa gratificante tarea que viene realizando la Diputación de Salamanca para promocionar la rica y variada gastronomía salmantina, sinónimo de calidad.

Isabel Jiménez García
Presidenta de la Diputación de Salamanca