Cuando la violencia se convierte en algo cotidiano, el miedo en un sentimiento habitual y la guerra en el único proyecto de futuro, lo que esperamos y deseamos se mezcla con una realidad hostil y fulminante en la que es difícil diferenciar lo que es de lo que debería ser. Esto da lugar a situaciones en las que encontrar un culpable presente parece imposible: unos padres que desconfían de su hijo, un locutor que habla sin escuchar, un juez que no piensa en la justicia.
"Con la guerra aumentan las propiedades de los hacendados, aumenta la miseria de los miserables, aumentan los discursos del general y crece el silencio de los hombres" En Terror y miseria en el Tercer Reich, Bertolt Brecht nos traslada a un tiempo y lugar muy concretos para hablarnos de actitudes que, por desgracia o por vergu