FÀCIL

Después de una larga travesía, de sobrevolar el cielo y bailar con el viento, sólo pudo sentir paz al saberse en el lugar elegido. Ya conocía su propia metamorfosis, había aprendido a existir en el cambio, a transformarse para vivir eternamente. Su movimiento se tornaba más ágil y veloz con el tiempo, la luz a través de sus alas creaba ilusiones siempre nuevas, los colores que rodeaban su vuelo a menudo cambiaban. Haciendo honor a su nombre, la hermosa libélula de junio encontró por fin, después de tan largo viaje, la paz que ella misma había zurcido en cada paso. Y en esa paz descubrió la magia que el tiempo otorga a quien decide, durante un instante, pararse a observar lo que las estrellas quieran contarnos en esta mágica noche de verano. Dragonfly es una instalación que combina la luz, la tecnología y una escenografía exclusiva siempre con el objetivo de que el público, el gran protagonista, encuentre en este rincón de Salamanca un remanso de paz en el que observar el juego de la luz y las estrellas, que siempre tienen algo que enseñarnos. Después de sobrevolar las nubes, la hermosa libélula de junio encontró por fin la paz que ella misma había zurcido durante su largo viaje.