Don Everio y su ayudante Batiscafo, dos histriónicos viajeros admiradores del profesor Ludus, llegan hasta sus últimos pasos siguiendo las pistas que el intrépido profesor dejó recogidas en su aventulibro. Ludus fue un intrépido explorador y aventurero. Así lo muestra su aventulibro. Un libro con las disparatadas andanzas de los viajes de su dueño.