En realidad pienso que fue un cambio decisivo para mí. Tuve el valor de abandonar la seguridad de la comedia básica y me dije a mí mismo: creo que intentaré hacer una clase de cine más profundo y que no presente ese mismo tipo de diversión como simples parodias. Y tal vez habrá otros valores que surgirán, que serán interesantes y enriquecedores para la audiencia, y el resultado funcionó muy bien.