La sucesión de acontecimientos y la deshumanización y desacralización de la Naturaleza en pro de la codicia consumista debe hacernos reflexionar sobre la relación ancestral con los árboles, que aparecen en el relato bíblico de la crea¬ción, pero que en realidad son la creación, sin su aporte vital no podríamos so¬brevivir, ni habríamos existido.