¿Qué es y qué hace?

Resulta oportuno recordar que “GIRSA” significa: Gestión Integral de los Residuos en la provincia de Salamanca. Hay veces que las siglas no describen bien la actividad o el cometido de las instituciones, pero en este caso si hay una definición ajustada. Con una matización: la actividad del Consorcio se centra en los residuos domésticos, es decir aquellos que se generan en los hogares como consecuencia de las actividades domésticas, o los similares a ellos, generados en servicios o industrias. El Consorcio no se hace cargo -no puede- de residuos distintos a los anteriores o que tengan la calificación de peligrosos.

Los estatutos de GIRSA, el marco que determina nuestra actuación, introducen dos cuestiones de importancia sobre lo anterior:

  • la gestión, expresamente, se hará con respeto al medio ambiente, y
  • se insta a la recuperación y aprovechamiento de los residuos, poniendo el acento en la reutilización y el reciclaje.

Es decir, el Consorcio no puede limitar su actuación a realizar una gestión que, aunque resulte correcta desde los puntos de vista técnico y sanitario, no intente el aprovechamiento de los recursos energéticos y materiales que reúnen los residuos. Y, como no podía ser de otra manera, todo ello sin poner el riesgo al medio ambiente.

El Consorcio nace de la suma de voluntades de las Entidades Locales que, apremiadas por normativas cada vez más severas, ven en la acción común la única manera de dar una respuesta adecuada al cúmulo de obligaciones e inversiones que exige la gestión actual de los residuos. Los municipios tienen por ley la obligación de recoger, transportar y tratar los residuos domésticos. Si ya los dos primeros servicios dan complicaciones a muchos de nuestros ayuntamientos (entre otras cosas, por eso se asocian en Mancomunidades), el tratamiento, sujeto a rigurosas prescripciones europeas y estatales, resulta directamente imposible de abordar por separado.

En línea con la moderna concepción de la administración y bajo un destacable principio de solidaridad provincial, los municipios de Salamanca se agruparon en el Consorcio de residuos para enfrentar el reto de la gestión de las basuras. La Junta de Castilla y León jugó un importante papel inicial en el impulso del Consorcio GIRSA y en la dotación de infraestructuras al mismo.